lunes, 22 de junio de 2015

Elegía amorosa

Este es un lamento de amor que aflora al corazón y a la mente, que lloran con desconsuelo y desesperación, mientras la razón busca a Solución entre la gente.

Nunca declaré mi amor a la tierra, ni a las gentes ni costumbres. Me proclamé, como una amante orgullosa, terrateniente sin tierra, española sin nacionalidad; una atea del pueblo, del patriotismo y la comunidad, satisfecha de ser individualista y solitaria, lejana como una estrella sobre el mar.
Amo a España, pero también la odio, en esta paradoja de esperanza y fatalismo. "Me duele España...", me duelen los exilios voluntarios, los ladrones millonarios, los sofismas y falacias, el eufemismo del colapso, el pasotismo del populacho. Me duele la alienación del español promedio, positivo ante la decadencia; "ya pasará", dicen, pero esto es el ciclo sin final, el "eterno retorno" de la mugre, causa y efecto de la mierda social. Me duelen las tonterías; la adoración a iconos como el fútbol (masculino), la matanza bovina como espectáculo sangriento y la televisión basura y rosa.
Me duele España, donde caminamos entre rosas que ocultan rosales. Al gritar, pocos españoles me escuchan, y ninguno se suma a mi voz. La mayoría están tan acostumbrados al rosal que consideran que no hay nada que esté mal. Pero esa degeneración está en sus cabezas, en nuestras cabezas. Lo peor de todo es que encontrar la solución es como pedir peras a un peral que se cree olmo. Todos se quejan, pero ninguno actúa. Todos están mullidos en su sofá mientras el vecino es deshauciado. Pero cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.

España, amor mío, nunca podré olvidarte, pues eres el amor más sufrido que nunca tendré. Eres el aire que respiro, y el cúmulo de heces que me empantana el pensamiento. España, no puedo mandarte a la mierda porque ya estamos en ella. España, mi amor... hazme el favor... sigue al krausismo, abre los ojos, regenérate. Sólo entonces querré amarte otra vez.



domingo, 21 de junio de 2015

A la suciedad

Suciedad,
quién serás tú para decirme a quién amar,
si yo soy libre como el viento
libre como el mar.
Hoy me he quemado viva en otro fuego,
más dulce y más ardiente,
más suave, más susurrante.
Sentía que nos conocíamos,
porque éramos más iguales,
y nos fundíamos en lava rugiente.

Desde que abrí los ojos hace tiempo
luchaba contra mis cadenas, pero nunca más.
Soy libre para desear.
Soy libre para ser yo misma.
Soy libre para vivir.
Y para seguir rompiendo estas cadenas.
Hoy soy feliz pues estoy más cerca de mi libertad...
Hoy he roto unas cadenas;
me quedan mil más.


jueves, 18 de junio de 2015

Hilos mentales

El suicidio es la respuesta con más sentido ante el sinsentido del mundo. Si no, díselo a Larra. Pero no es lo correcto; hay que vivir. Si no, ¿para qué tanto esfuerzo en nacer?
Hay que vivir para darle por culo al mundo. Hay que vivir porque la vida tiene tanto penas como glorias; hay que soportar el dolor para disfrutar la alegría. En eso hay que hacerle caso a Nietzsche; enfermo crónico, muerto de dolor, y con su martillo filosófico en mano gritando: "¡Amor fati! ¡Que sea! ¡Que estoy vivo! ¡Amo la vida a pesar del sufrimiento, y cobarde el que huya de ella!".
Todos los genios vivieron en el pasado, y al futuro le queda esta panda de engorilados que somos la juventud.

domingo, 14 de junio de 2015

À une passante

La rue assourdissante autour de moi hurlait.
Longue, mince, en grand deuil, douleur majestueuse,
une femme passa, d'une main fastueuse
soulevant, balançant le feston et l'ourlet;

agile et noble, avec sa jambe de statue.
Moi, je buvais, crispé comme un extravagant,
dans son oeil, ciel livide oú germe l'ouragan,
la douceur qui fascine et le plaisir qui tue.

Un éclair... puis la nuit! -Fugitive beauté
dont le regard m'a fait soudainement renaître,
ne te verrai-je plus que dans l'éternité?

Ailleurs, bien loin d'ici! Trop tard! Jamais peut-être!
Car j'ignore où tu fuis, tu ne sais où je vais,
ô toi que j'eusse aimée, ô toi qui le savais!

-Charles Baudelaire
Les Fleurs du Mal


Ese frescor en la cara

¡Ah, ese frescor en la cara de no cumplir un deber!
Faltar es, positivamente, estar en el campo.
¡Qué refugio, que no se pueda tener confianza en uno!
Respiro mejor ahora que ha pasado la hora de las citas.
Falté a todas, con deliberación en el descuido,
esperando esa gana de ir que ya sabía yo que vendría.
Soy libre frente a la sociedad organizada y vestida.
Estoy desnudo, y me zambullo en el agua de mi imaginación.
Es tarde para estar en cualquiera de los dos puntos
donde debía estar a la misma hora,
deliberadamente a la misma hora...
Pues bien, aquí me quedaré soñando versos y sonriendo en cursiva.
¡Es tan graciosa esta parte lateral de la vida!
No consigo siquiera encender el cigarrillo siguiente... Si es un gesto,
que quede con los otros que me esperan en este desencuentro que es la vida.

Álvaro de Campos
(Fernando Pessoa)

(*Gracias, Paqui)

lunes, 8 de junio de 2015

Olvidarme de mi nombre

Quiero que la luna llore
y que el cielo arda en llamas.
Quiero dientes y labios, quiero cicatrices,
quiero ser ceniza y renacer
como un fénix de mis rescoldos.
Estar en llamas, erupcionar como un volcán,
regurgitar mis ansias, mi fuego, fundirme,
derretirme en llamas, ser lava.
Expirar con suspiros que quemen,
vaporizarme, ser agua en ebullición,
ser aire;
vapor de agua moribundo
en un mundo de dióxido de carbono
a causa de mi propio fuego.
Flotar en el aire ardiente,
dejar que se apaguen las cenizas rojas.
Quiero quemarme viva,
quiero olvidarme de mi nombre,
de que vivo, de que pienso, de que existo.
Quiero ser fuego y nada más.
Quiero fundirme como un metal.

***

Si es que hasta mi pelo es metafórico;
tiene destellos rojos,
y aunque trate de enfriarlos,
siempre arden los rescoldos.
Queman tus besos "diente a diente solo"
y en tus ojos hay un glaciar de lejano fondo.
El frío también quema, tus ojos arden.
Y cómo vas a dolerme, lo presiento.
"Seremos ceniza, mas tendremos sentido.
Polvo seremos mas polvo..." ...polvo ...bien follado xD

Conclusiones

Queridos compañeros de segundo de bachillerato, sois una panda de cabrones, y os voy a echar de menos. Ha sido un año movidito y agridulce. De todas formas me alegro de haberlo compartido con vosotros, capullos. Espero que todo os salga a pedir de boca, hagáis lo que hagáis; enhorabuena a todos los que pasan limpios, y mucho ánimo a los que tienen aún asuntos pendientes. Ha sido un placer teneros como compañeros de clase, aunque seáis casi todos unos chupipandis, hipócritas y carcomidos sociales de la vida.
A partir de ahora se nos abre un nuevo camino; queda la recta final, "the final countdown" hasta selectividad; y luego nos toca elegir entre las cartas que nos dé la circunstancia. Espero que escojáis con el corazón y no con la cabeza; como me dijo una vez Francisco Casado, "haz lo que te de la gana, que la gana es muy importante". El éxito y el dinero no compran la felicidad; además, si nada tiene salidas, qué leches; carpe diem, sed felices; vivid, cojones. Pero no lo llevéis a mi extremo, que me veo tocando el banjo con los hippies granaínos. En resumen, felices juegos del hambre, y que el "fatum" esté siempre de vuestra parte.

A los profes, qué deciros que no sepáis ya. Os compadezco por ser víctimas de los ángulos rectos inamovibles de la burocracia del sistema educativo. Os agradezco que intentéis, a pesar de estar encadenados, amenizarme la vida con vuestra libertad de cátedra y enseñarnos de la forma más humana posible, a pesar de que el 70% del alumnado esté engorilado. Gracias por culturizarme, por darme qué llevarme a la boca mental, por darme savia, por hacer vivir a esta cabeza que se habría desertizado a causa del estrés. Gracias por hacer de mi mente un bosque nórdico, nebuloso, vibrante, y sobre todo vivo. Todo lo que me habéis enseñado lo aplicaré a la vida; por que si no, ¿qué sentido tiene? Tendréis noticias de mi, y espero ser motivo de orgullo para vosotros en el futuro.

En conclusión, segundo de bachillerato no es bueno para la salud, pero es un año productivo, tragavomitivo, fructífero, emotivo. En fin, inolvidable, agridulce, como la vida, vamos.

En una respiración

Qué bella es Granada,
sutil reina mora,
de flores y nieves coronada,
tranquila y danzante
al pie de la Sierra,
reposa ella sola.

Quizá sean humanos

El polvo cae sobre nosotros; la ceniza del mundo mugriento y haraposo. Es una llovizna de humanidad en decadencia, que gira sobre sí misma en un círculo eterno. La historia se repite y volvemos a irnos a la mierda, aunque somos causa y efecto de la misma. Me pregunto cómo morirán las futuras generaciones, si avanzarán en lo importante aunque sea sólo un poco. Apenas importa el avance tecnológico si todavía quedan mentes como búnkers mohosos.
Quizá, dentro de muchos ciclos, el ser humano habrá dejado de ser tan gilipollas. Quizá los árboles canten. Quizá no exista la falocracia. Quizá no profanen la etimología del término "democracia". Quizá la sexualidad sea (de una vez) libre. Quizá vivan y dejen vivir. Quizá sean humanos.

lunes, 1 de junio de 2015

Ámame

Ámame.
Sabes que si no, moriremos de aburrimiento;
seamos plumas al menos por un rato,
aunque luego el viento nos separe
y nos haga caer al suelo.
Aquí no hay blanco ni negro
ni tampoco hay amor.
Pero ámame.
Finjamos por un rato,
juguemos a tenernos
aunque cada uno es sólo suyo.
Porque yo soy más mía que nunca.
No quiero morir de aburrimiento,
sino vivir...
Ser plumas del mismo ala.
Te dejaré de ver algún día,
pero al menos habremos vivido.
Al menos tendré tu sabor en mi boca.
Siempre seremos libres;
como plumas caídas, como el polvo,
solos pero unidos.
Unidos por la circunstancia
la apatía, la aventura,
por ser nosotros mismos.

Inteligencia

Me ha dado la vena verdiazul de conocerme a mí misma, de saber si soy inteligente, en qué campo, etc. Me encontré por ahí la Teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, y la he aplicado a mi cabeza.

Inteligencia lógica-matemática. En mí deja mucho que desear; se veía venir desde primaria, cuando mientras aprendía a restar me daban números negativos. Por tanto; soy nula en cuanto al cálculo matemático, me pierdo en el intento de buscar explicación al funcionamiento de las cosas, no me gustan las matemáticas, mi pensamiento es vital e irracionalista más que conceptual y abstracto, y, dados mis tropiezos existenciales, tengo un escaso sentido de causa y efecto. ¡Viva el irracionalismo y el caos! Pero qué bizca me quedo cuando veo los apuntes de los compañeros de Ciencias.

Inteligencia lingüística. Ya nos acercamos más a mi terreno. Al fin y al cabo, ser (o haber sido) un ratón de biblioteca tiene sus ventajas; facilidad para la lectura, la escritura y la palabra en general; buen vocabulario, buena ortografía. En todo caso fallo en la buena memoria. Desde hace dos semanas hacia atrás tengo lagunas de puro despiste. (¿Alzheimer incipiente?)
Además, las Letras son tan bonitas... Exprimir textos cual limón en colador, regodearme con el sabor que deja el pensamiento del escritor... Descubrir las finas hebras que conforman el tapiz, captar cada idea; citar, analizar, argumentar, aplicar y comparar con otras obras, pensamientos, ideas, corrientes culturales... Más bonitas no pueden ser las palabras, aunque insuficientes para expresar las convulsiones del alma (los conceptos, según Nietzsche, son inútiles para captar la realidad en su devenir).

 Inteligencia corporal cinestésica. Soy una tortuga. En tierra me desplomo a cada paso, y en agua nado como una sirena de ojos acuosos. Los deportes de equipo siempre se me han dado mal. Soy bipolar; tranquila e inquieta a ratos. Tengo cosas mejores que hacer que ponerme a imitar los gestos de nadie, así que eso se lo dejo a Tom Ripley. No desmonto cosas porque luego no sé cómo montarlas de nuevo. No puedo estarme quieta mucho rato (reflejo de la inquietud y del caos mental). Soy un libro abierto en mis emociones. En cuanto a juegos táctiles, siempre seré una manca con el mando de una Play. Soy un imán para los balones de fútbol, y no sé cómo darles sin caerme o pegar a alguien.

Inteligencia musical. Me paso el día cantando, tarareando y tamborileando. En un examen me puse inconscientemente a silbar la melodía de Piratas del Caribe. Siento amor por la música clásica y la música caótica y melodiosa. No tolero la gran mayoría de las aberraciones de la música actual. Sé tocar la guitarra; dejé de ir a clases porque me obligaban a ir, y me gusta hacer lo que me da la gana cuando me da la gana y porque me da la gana. Me gusta el sonido del viento y de la lluvia.

Inteligencia espacial. Puedo pasarme el día soñando despierta y crear mundos paralelos -mejor construidos que los edificios de la burbuja inmobiliaria- en mi cabeza. Rara vez cojo un mapa porque me gusta perderme, pero sé encontrarme con ellos. No se me da mal dibujar y me gusta lo visual, pero prefiero la lectura antes que las imágenes.

Inteligencia interpersonal. No soy especialmente sociable, me repelen las multitudes y no tengo dotes de liderazgo; soy la renegada de turno. Sin embargo, soy muy empática, tengo sentido común y me gusta ayudar a la gente, aunque no buscan mi compañía ni pertenezco a un grupo de amistades fiable o estable.

Inteligencia intrapersonal. Soy extremadamente independiente y voy a mi bola en todo lo que hago. Soy realista (creo, juzga por tí mismo) en cuanto a mis defectos y virtudes. Siempre, siempre, siempre, he trabajado mejor sola, y me siento más cómoda así. Tengo gustos e intereses excéntricos que son muy míos, y tengo una autodisciplina bastante aceptable. Me conozco a mí misma, o al menos lo intento; quiero alcanzar un autoconocimiento e introspección supremos aunque sé que es imposible debido al devenir. Aprendo de mis errores, pero los vuelvo a cometer porque soy masoquista y defiendo el "que sea lo que tenga que ser". Sufro de exceso de amor propio.

Inteligencia naturalista. Me gusta la naturaleza dentro de mi flow contemplativo, no en el ámbito científico de investigar esquejes y destripar gallinas para observar su páncreas. Me fascina, sin embargo, el análisis psicológico y neurológico. Soy consciente de que yo soy tan animal como esa gallina que el biólogo ha destripado. Conozco mi lugar en el mundo y la naturaleza; formo parte de ello, así de simple. Puedo vivir en la ignorancia, sin saber qué conforma las células, pero sabiendo que yo soy otra célula -cancerígena- más en este organismo llamado sociedad, en este mundo. Sé que soy insignificante. Y por eso me gustan los hippies.