domingo, 21 de junio de 2015

A la suciedad

Suciedad,
quién serás tú para decirme a quién amar,
si yo soy libre como el viento
libre como el mar.
Hoy me he quemado viva en otro fuego,
más dulce y más ardiente,
más suave, más susurrante.
Sentía que nos conocíamos,
porque éramos más iguales,
y nos fundíamos en lava rugiente.

Desde que abrí los ojos hace tiempo
luchaba contra mis cadenas, pero nunca más.
Soy libre para desear.
Soy libre para ser yo misma.
Soy libre para vivir.
Y para seguir rompiendo estas cadenas.
Hoy soy feliz pues estoy más cerca de mi libertad...
Hoy he roto unas cadenas;
me quedan mil más.


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