martes, 7 de abril de 2015

Explique el significado que tiene en el techo la siguiente expresión...

Explique el significado que tiene en el techo la siguiente expresión: verdiazul

Verdiazul es el color de la esencia, de los pálpitos y los sueños. De ese color son mis venas, y por tanto verdiazul es ese débil hilo que ata mi vida a la tierra. En la gama cromática es el contrario del rojo anaranjado, de ahí que me tiñera de ese color cuando tenía fuego en el corazón; por hacer un patético contraste existencial. En gamas capilares, el contrario del rojo anaranjado es el ceniza; es paradójico que cuando un fuego se apague, sus restos sean del color contrario.
 Las venas verdiazules indican que estamos en el limbo, o sea, en ninguna parte; de ahí que la mayoría de las marcas de cosmética y bloggers dogmáticas discriminen a los "outsiders" de venas verdiazuladas y piel neutra. 
Así que tras esta cosmética introducción, llegamos a la conclusión de que el verdiazul es un color terciario, perdido en ninguna parte y olvidado, aunque presente en muchas de las tonalidades que nuestros ojos perciben en la naturaleza.

Probablemente nos acordemos del mar en sus diferentes tonalidades. Ondas de color azulverdoso, verdiazul, verdegrisáceo, grisazulado. "Verdiazul" es el mar, porque cambia y es fluido y se amolda al mundo en su estúpida forma. Y luego le da la vena (verdiazul) y se atormenta y ruge y golpea y mata. El mar es tan rabioso que tiene la boca llena de espuma, y el blanco de sus ojos se convierte en negro en sus ataques de ira fluida y fuerte. Y luego sale el sol y los niños se bañan en él y juegan; las chonis van a él a ponerse morenas. Y oírle susurrar relaja. El mar puede hacernos felices, pero no te fíes del mar. El mar es bueno, pero es cruel. El mar no es malo porque es su naturaleza ser así; no pretende hacernos daño, destrozar chiringuitos puestos a pie de playa, devorar ciudades plantadas sobre su territorio. El mar es como tiene que ser; hace lo que tiene que hacer. El mar es bipolar, es calmado e irascible, es un cúmulo de átomos más separados y endebles que los de un sólido, deja que lo pisotees con saña cuando andas por la arena; pero es capaz de destrozarlo todo. Pero el mar no es malo. El león no es malo por comerse a la gacela. Está en su naturaleza.

Verdiazul es también la melancolía escondida en los laterales del tabique nasal. Cae luego en lágrimas transparentes pero verdiazules en su esencia. Hay lágrimas rojas, lágrimas naranjas, lágrimas cenizas y lágrimas verdiazules. Cuando lloramos nos dejamos ver al mundo, somos transparentes, nos desnudamos. Hay quien lo hace con verguenza, quien lo hace con sumisión, quien lo hace con orgullo o quien lo hace con alivio. Llorar, al igual que la desnudez, es algo natural y humano, a pesar de que los convencionalismos se empeñen en avergonzarnos de ello y cubrirnos y encerrarnos, atraparnos. La desnudez del alma, el llanto, es lo más cercano al viento, a la libertad. Llorar es una terapia que funciona mejor que las palabras. Y el llanto es verdiazul también, la mayoría de mis veces. El llanto rojo o naranja es más soleado y no tiene nada que ver. Puede que no salgan de la misma glándula, incluso. Estoy convencida de que el llanto naranja tiene su origen en el vientre y la garganta, mientras el llanto rojo tiene su lugar en... tantos sitios, pero sobre todo la mente.

Según el techo, el color verdiazul tiene el significado que nos de la gana. Es adaptable, es mágico, es fluido y espiritual. Si las almas existieran y tuvieran color, la mía sería verdiazul, sería verde agua, como el mar, como el llanto y, en fin, como yo. 





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