sábado, 28 de febrero de 2015

Blanco

Estoy y no estoy.
Aves volando en un cielo plomizo,
gris y pesado, asfixia.
¿Cúpula verde? Derruida.
Quedan los cimientos de esa
cúpula nervada, gris.
Frío aunque haga calor,
tristeza bajo el diente desnudo,
centenares de aves negras
recorren un cielo metálico.
Las flores están secas,
la hierba verde y húmeda
está cubierta de mierda.
Cuervos negros volando
sobre un cielo de plomo,
no hay dios que lo levante.
Tanta soledad, tanta negrura,
insatisfecha, vaga, aturdida,
inconformista, difunta,
necesito un auriga.
Y peste vomitiva,
fiebre catatónica,
vacío en el hemisferio izquierdo.
No me extirpéis nada,
que ya estoy vacía.
Se ve el azul del cielo pero
el azul es color de dolor.
Las nubes se vuelven blancas pero
el blanco es vacío y vejez.
Llevo así mucho tiempo,
el azul incrustado en lo extirpado,
el blanco en mis ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario