lunes, 29 de septiembre de 2014

Duermevela

Miro a través de las pestañas rojas de mis ojos verdes del sueño;
y todo es verde y azul.
Y acaricio la figura de mi lado, enredando sus cabellos en mi mano.
Sorpresa, mujer verde y azul. No es más que un espejo.
La miro, me miro. Mar, bosque, selva, turquesa, esmeralda.
Dejo de mirar entre pestañas rojas de ojos verdes del sueño;
y todo es negro terciopelo.
Clic. La Verdad, al igual que la luz, daña los ojos de la razón.
Calor; me acurruco y vago entre sueño y realidad,
y la Luz se tumba a mi lado y, titilante, duerme.

Que...

Que nos derritamos en el agua, que nos unamos en ecos y burbujas, nos evaporemos en el calor.
Que ardamos en el fuego, seamos llamas; tus cenizas, las mías, enredándose perdidas en la brisa.
Que llenemos nuestros pulmones de aire y recuerdos; y nos deslicemos como hojas caídas por el viento, bajo el sol.
Que una vez en la tierra, nos sequemos y pudramos, seamos pasto de gusanos, y crecer como una flor espinosa.
Que, juntos, agua, fuego, aire y tierra, seremos vida y enredos y risas y llantos y frío y calor; siempre amor.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Se Querían, de Vicente Aleixandre

Bueno; ahora soy un ser feliz de las tinieblas en el bachillerato de humanidades, y doy literatura universal. Un poema de Aleixandre que he dado en clase y me ha gustado, por ese chute de amor tan necesario:


Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

Podridos

No hay aire en los mares de niebla y melancolía,
ni luz, ni gritos, ni caos.
Danzan quimeras de caricias, labios, ojos, vaho.
No hay más que Nada.

La espuma se arremolina en torno a las rocas,
espumarajos de una boca de alma rota.
Desgarros, avelibros vuelan 
como carroñeras tras la carne muerta.

"Dime qué ves."
Ojos profundos como el mar en su negrura verdosa.
Manos blancas y callosas como escayola.
Venas azules como torrentes de agua.
Cosquilleo en los dedos de los pies.
Recuerdos de vaho humano.
¿Amor?
Mírame y dime qué ves.

Y contestas: 
"Veo... veo un agujero negro
que absorbe la inmundicia 
en el centro de tus ojos.
Veo... un fuego fatuo
en el hueco entre tus labios.
Veo... un cristal débil 
de coche blindado,
que has situado como pobre
sustituto de tu alma."

Despierto y veo la Verdad.
Te miro al vacío de las cuencas de los ojos:
"Tú también estás podrido".

sábado, 13 de septiembre de 2014

Claustrofobia

Grito.
Y el eco me ignora.
Escucho.
En oscuridades sin aire.
Veo.
Sangre y tinieblas
de un poema impotente.

El mar, creciente,
se espumaraja en olas
que se llevan los altos edificios,
en un cúmulo de ladrillos y gente,
a fuerza de miedo y corrientes.

Estoy encerrada en mi mente.
Un búnker oscuro,
oigo los ruidos amortiguados
del caos exterior.

Oigo los gritos desgarrados,
las súplicas, las olas,
y el silencio.

Estoy encerrada en mi mente.
Que alguien me saque de aquí.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Nidhogg

  Puedo escuchar el ulular de un búho en las cercanías
y ver sus ojos en llamas entre la floresta.
Levanta el vuelo, sagaz y silencioso;
planeando en torno al torso de la luna,
acariciando su cintura con las plumas.

  En la lejanía diviso, a la luz de la luna,
las montañas blancas.
Su aliento helado llega hasta a mí;
aun cobijada entre las raíces nudosas
de Yggdrasil.

  A mi lado fluye la lenta corriente
que nace del pensamiento,
que busca la razón de lo mundano,
que puede perder la poca razón
que haya encontrado.
Ansío beber de ella,
aunque me congele los adentros
y olvide lo poco bueno
que la humanidad me ha enseñado.

  El gigante Mímir ruge amenazante y despiadado
cada vez que a la sabiduría acerco mi mano.
Suspiro y volutas de humo aparecen
en los hielos eternos de mi cabeza.
Toso y escupo carbones ardientes
que derriten levemente el frío a su paso.

  Yo soy el dragón Nidhogg y me congelo;
en un arranque de insensatez y codicia,
he helado mi fuego.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Agnosticismo

Sería hermoso creer en dios. Tener la suficiente bondad como para confiar ciegamente en algo o alguien superior. Creer que te protegerá de la adversidad. Saber que existe una razón para que existas: "su voluntad". Conocer a qué remonta los orígenes de la humanidad y cuál es tu lugar en el mundo. Visto así, sería hermoso.
Y sin embargo...
La Iglesia se ha apoderado de la palabra de dios y la maneja a su antojo desde su fundación en épocas romanas; tiene el poder de manipular a los creyentes, de amenazarlos con supuestos castigos divinos y llevar a cabo obras inmorales como la inquisición con la excusa de actuar bajo la voluntad de dios. Tiene también la excusa de vivir entre comodidades y riquezas por ser la máxima representante de dios en la tierra, y obedece a los mandamientos que le convienen cuando le convienen. Muchos de ellos exigen que el mundo crea en dios cuando ellos mismos son los primeros que descreen y desobedecen sus mandatos. Hablo de la Iglesia en general como fundación. Por supuesto habrá eclesiásticos creyentes y otros no.
También está el hecho de que la Biblia sea un conjunto de libros más fantasiosos que Los Viajes de Gulliver. Puede que en cierto momento del año 0 según nuestro calendario, algo trascendente ocurriera. Divino o no, no lo sé. Pero hacer de un libro que afirma que la mujer salió de la costilla de un hombre el pilar sustancial de las creencias de medio mundo me parece sinceramente ridículo. Así como también es ridículo convertir el agua en vino o separar el agua del mar para que un grupo de esclavos salga huyendo de los egipcios. Opino que la Biblia no es más que una recopilación de historias populares antiquísimas. ¿Es que vamos a creernos todo lo que leemos?
En general, muchas de las obligaciones de todo buen cristiano me parecen bastante sin sentido: "debes casarte para chingar", "debes obedecer al santo cura aunque te mande a tirarte de un puente", "debes rechazar la homosexualidad", etc, etc, etc, polladas.
No es así con los mandamientos. Predican la bondad, la sinceridad, la empatía, y eso es bueno; me parecen algo que cualquier ser humano en sus cabales debería seguir; no por miedo a lo que le vendría tras morir, sino por conciencia, coño. Fuera religiones, ser una persona cívica no debería ser un mandato, sino algo obvio.

En resumen; no sé si estoy aquí por voluntad divina o porque un átomo se colocó en el sitio correcto a la temperatura correcta hace tropecientos millones de años; o quizá ambas cosas. La cosa es que la Iglesia es en general una patraña, así como la Biblia y muchas de las opiniones que inculcan a los creyentes.
Opino que creer en dios debería ser algo individual e íntimo; una creencia, no algo que determine toda la conducta y pensamiento. Creer en dios no debería hacer a nadie rechazar de plano el pensamiento racional y empírico, ni rechazar necesidades básicas como son las comidas (hablo de los ayunos y demás tonterías) o el sexo. Al fin y al cabo somos animales también. Creer en dios nos debería abrir las puertas de la mente a ver las cosas en positivo, a respetar las opiniones de los demás y a admitir la relatividad de las cosas.
Y, sin embargo... no entiendo por qué, si dios existe, permite que haya gente que diga burradas en su nombre; o que permita tanta destrucción y caos en el mundo. Y no me vengáis con el rollo del pecado original por culpa de Eva, por favor.

-Ana.

Éter Lloroso y Corrompido

  Paradójicamente, ante lo desgarrado
no consigo palabras desgarradas.
Se escapan, como hojas secas flotando río abajo,
conducidas por la corriente, prestas a huir.
Yo sólo sé del gris y del témpano,
del agua salada de una ría.
Sólo sé del llanto ahogado de una ninfa,
del destrozo de mis utopías.

  No sé qué hice para merecer esto,
y no sé si quedarme a tolerarlo.
Tolerar el triste hecho de que seas
como la lluvia en el mes de agosto,
como una mirada al vacío de mi existencia,
como un fantasma en mis tinieblas,
o un fuego fatuo perdido
en las memorias del presente.

  Y por más que grito, no reaccionas;
eres una aparición neblinosa
que no quiere escuchar ni ver.
Sólo tu visión y tu memoria me atormentan;
no puedo hacerte salir de mi cabeza.

  Y paso las horas muertas,
los ojos tristes y hundidos;
pensando en el hechizo que
te enviaría a donde estabas.
Miro sombríamente hacia
la luz cambiante de días pasados.

  Y paso las noches en vela,
los ojos húmedos y alicaídos;
pensando en el hechizo que
mezclaría y corrompería
las memorias que forjé contigo.
Vacío.

  Me duele ser consciente de que,
aunque lo había olvidado,
sigo siendo éter lloroso y corrompido.

-Ana.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lectores

http://www.accionpreferente.com/estilo-de-vida/por-que-los-lectores-cientificamente-son-las-mejores-personas-de-las-que-te-puedes-enamorar/

Me gustan mucho algunos de esos argumentos, pero no me parece bien que, en conjunto, pretenda convencer a la gente de casarse con un ratón de biblioteca. Y tampoco me gustan esas faltas de ortografía. Preferiría que se argumentaran hechos; es cierto que la lectura nos da un vocabulario más amplio que la media; una mayor empatía y comprensión hacia los demás. Aunque creo que eso de la mejoría en la comunicación en mí ha debido de omitirse. Por escrito, me comunico bien. Oralmente, se podría mejorar. Y, también, podría decirse que la lectura genera propensión a los trastornos de bipolaridad y a vivir en el mundo de yupi. Miradme a mí, y mirad a don Quijote.

-Ana. 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Ítaca

Espero haber partido con buen rumbo desde la tierra conocida.
Nunca me han enseñado a manejar
una brújula, pero creo haber aprendido sobre la marcha. Ahora sé dónde está el Norte y dónde está el Sur, aunque a veces me confundo con el Este y el Oeste, así que muchas veces me dejo guiar por la luz. El sol brilla inclemente sobre mi barco de vela y me achicharra la piel mientras navego sin rumbo exacto. Algún día llegaré a algún lado donde quiera quedarme; pero lo prefiero así. Disfrutando del viaje a mi antojo, sufriendo las inclemencias de mares bravucones, y viendo hielo, rocas o desiertos en las costas, mares cálidos y mares fríos, tortugas, gaviotas, tiburones, cachalotes y focas. Mi barco de vela nunca se ha hundido; todavía no se hundirá. Me quedan aún más cosas que ver. Y algún día, llegaré; como un Odiseo que olvidó su Ítaca, varando en una playa cualquiera, a algún lugar que me recuerde o me haga olvidar lo que perdí cuando me fui de la tierra conocida. Y será allí donde me establezca; un lugar donde pueda cerrar los ojos y sentir todos los vientos de todos los mares, todos los bosques, desiertos, montañas, cañones, valles y estepas en el rostro a la vez.

-Ana.

martes, 2 de septiembre de 2014

In memoriam

Hombre

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh, Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos; me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre; horror a manos llenas.
Ser -y no ser- eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!


-Blas de Otero


Desde la montaña a la bahía

La brisa susurra en su danza de ninfa soñadora,
y estremece las hojas caídas al suelo.
Juega con ellas, arrastrándolas tras de sí;
dejándolas caer al agua negra del lago y
volviendo, divertida, a explorar
algún otro lugar del bosque en la noche.
Me arrodillo en la orilla
y miro, ensimismada
el reflejo de la luna;
como un halo de luz de plata
que se estremece junto a las hojas secas.
Mi piel parece un pedazo caído de luna,
y resplandece entre las aguas oscuras.
Me adentro en el agua,
y juego, como la brisa,
a aparecer y desaparecer;
meciendo las aguas,
que como hojas caídas,
vienen y van; vinieron e irán,
desde la montaña a la bahía.

-Ana

¿Qué es poesía? -dijo Bécquer

Me pongo a leer y me alegra saber que no estoy sola en mis creencias. Para mí, si la poesía no es libre, no es poesía. Si bien el concepto de libertad queda en criterio de cada poeta.
Si he soportado de buen talante la tarea de estudiar tipos de versos, clases de rimas, recursos literarios y demás parafernalia armamentística, es porque quiero derruirlo todo como si de un castillo de naipes se tratara. No puedo estar en contra de algo que no conozco; de ahí mi motivación para estudiarlo.
Así que, ya más o menos trabajado mi terreno literario -aunque me quedan miles de cosas que aprender, por suerte-, puedo decir que la métrica, la rima y los recursos son meros adornos. Las palabras que conforman el poema son simples herramientas de construcción. Mi conclusión es que poesía somos nosotros. Esto se debe a que todos tenemos sentimientos, y ¿qué es la poesía sino su expresión? La poesía no requiere ser expresada, en realidad. De hecho, muchas veces nos faltan palabras para expresarla. Su expresión es solo un recreamiento con función de crear belleza. Aunque las definiciones de belleza son ambiguas, para mí belleza no es solo lo agradable para la vista. La belleza puede ser luz o sombra, armonía o caos... Para mí la belleza es aquello bueno en las personas que no pueden evitar ser o hacer, en un acto que para ellos signifique algo transcendente, liberador... Me gusta definir la belleza con una frase que un profesor escribió al margen de uno de los textos de mi "diario" literario el curso pasado: <<"La belleza será convulsiva o no será."  (A. Breton)>>. Se entiende así que la belleza no tiene por qué ser estética. La muerte de Romeo y Julieta puede ser bella. Los lamentos a dios de Blas de Otero son bellos también. La confusión del realismo mágico de Gabriel García Márquez es bella. Un rostro corriente puede parecernos lo más hermoso del mundo. La belleza es, entonces, del todo subjetiva, al igual que la poesía; pero ambas tienen, además, en común, que no respetan leyes o fronteras. Son iguales y diferentes para todo ser humano. La belleza y los sentimientos son reflejo de lo bueno que hay en nosotros. Y por tanto, mi conclusión, Bécquer, es que la poesía es todo lo bello e indomable que tenemos dentro. Poesía somos todos.

-Ana.